19 octubre 2014

LAS NOTAS

Se acercaba fin de curso y ella no podía dormir.

Sabía que se había esforzado al máximo y aún así su conciencia no era capaz de apaciguar sus miedos y ofrecerle el descanso que se merecía...

Por fin llegó el gran día.

La profesora iba llamando uno a uno a todos sus alumnos, cuando escuchó su nombre notó una enorme punzada en sus entrañas, cogió una enorme bocada de aire y se levantó  lentamente, estaba tan nerviosa que pensaba que iba a vomitar.

Sus manos temblorosas cogieron el sobre con su nombre, mientras la señorita se lo entregaba le dedicó una enorme sonrisa y le susurró "Enhorabuena".

Ella no paraba de sudar, tenía tanto miedo al contenido de ese sobre que no quiso ni mirar lo que ponía dentro, tan solo lo guardó en el bolsillo de su chaqueta y rezó mentalmente: "por favor, por favor, por favor..."

Cuando llegó a casa sus padres estaban en el recibidor, esperándola como si acabara de llegar de una guerra y precipitadamente comenzaron a preguntar:

-¡¡¿¿Cómo te ha ido??!! ¿¿Cual ha sido el resultado?? ¿¿ Qué has sacado??

Ella tímidamente susurró: - Pues...no lo sé...

-¿¿¿Cómo qué no lo sabes???? ¿¿¿ Acaso no has abierto tus notas de fin de curso????

Rápidamente le arrebataron el sobre de las manos, y tras leer todas y cada una de aquellas cifras sus rostros se tornaron fríos, aquellos segundos se hicieron eternos hasta que finalmente su madre le grita:

-¡¡¡¿¿¿UN NUEVE???!!!! ¿¿¿¿ Tú nota media en este curso ha sido un mísero nueve????  ¡Jovencita...has bajado tu nota media! ¡¡¡el año pasado habías sacado un diez!!!¿Esto es todo lo que puedes ofrecernos?

A lo que la niña triste y amedrentada contestó:

-Ojalá el año pasado hubiera sacado un uno, así seríais capaces de valorar este nueve...

 

***Es una pena que no seamos capaces de valorar el esfuerzo que algunas personas se merecen, sobre todo el de aquellas que siempre nos ofrecen lo mejor de ellas mismas;
Lo peor es que cuando nos "malacostumbramos" a recibir de ellas siempre un diez, un nueve ya nos nos parece suficiente y en vez de centrarnos en lo que nos dan, solo vemos aquello que nos falta...